Título original: Sleeping Dogs
Año:2024
Duración: 110 min
País: Estados Unidos
Dirección: Adam Cooper
Guion: Bill Collage, Adam Cooper.
Novela: E.O. Chirovici
Reparto: Russell Crowe, Karen Gillan, Marton Csokas, Tommy Flanagan, Kelly Greyson, Thomas M. Wright, Elizabeth Blackmore, Lucy-Rose Leonard, Lynn Gilmartin, Jane Harber, Ming-Zhu Hii, Harry Greenwood, Zara Michales
Música: David Hirschfelder
Fotografía: Ben Nott
Compañías: Nickel City Pictures, Film Victoria, Gramercy Park Media, Highland Film Group, Screen Australia
Género: Thriller | Alzheimer
Una nueva propuesta de películas de bajo presupuesto de detectives, que a veces son tan melodramáticas como película de Hallmark, se trata de: Recuerdos Mortales. Que sí, es una cinta policíaca de bajo presupuesto con un aire televisivo que hace sentir que estás viendo algo hecho para streaming, pero que logra escaparse de ese melodrama que les habló, porque aquí, con la comandancia de un buen Russell Crowe y una sólida actuación de Karen Gillian, esta película escapa de lo malo del género, para entregar una película bastante intensa, con un buen desarrollo de la trama, que logra atrapar y mantener en suspenso al espectador.
La historia nos presenta a Roy Freeman (Crowe) un ex policía, que ahora padece alzheimer. Ahora se ha sometido a un proceso experimental para recuperar sus recuerdos, esos que ya son nulos, y mientras esto sucede, se encuentra contra un caso que en sus tiempos resolvió, en el que un condenado a muerte le asegura que es inocente y debe reabrir el caso para encontrar al verdadero culpable. Aquí es donde comienza toda la intriga. Aliándose con su ex compañero: Jimmy (Tommy Flanagan) comienza a investigar el asesinato a golpes del profesor Joseph Wieder (Marton Csokas), en donde aparece la misteriosa Laura (Karen Gillian) y un escritor que puede tener todas las respuestas: Richard Finn (Harry Greenwood). Y lo que se viene es sospechar y sospechar todo el tiempo.
Eso es lo fuerte de la película. La trama es interesante, la premisa es buena, y lleva un gran ritmo, sobre todo en la primera parte. Su problema, es que para el segundo acto, cae un poco y se torna medio aburrida y redundante, sientes que no avanzas y eso puede llegar a frustrar y desesperar. Pero justo en el momento que ya te cuestionas si estás viendo algo que vale la pena, todo cambia y nos entregan un tercer acto sorprendente, emocionante y que tiene los giros retorcidos suficientes para salir sorprendido y satisfecho del cine.
Una película que hace poco ruido, pero que tiene a un Crowe en su mejor forma histriónica, demostrando que a pesar de que su físico cambió, el talento sigue estando ahí: pues eso lo tiene nato, Gillian y Flanagan no desentonan y hacen que una de las partes más sólidas de esta película sean las actuaciones y también un perfecto desarrollo de personajes.
Vale la pena darle la oportunidad a esta joyita oculta, tal vez no trascienda más allá, pero siempre es grato ver una película bien contada, bien estructurada y que sin hacer ruido está ahí para decir: este es cine bien hecho.