Título original: Kung Fu Panda 4
Año: 2024
Duración: 94 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Mike Mitchell, Stephanie Stine
Guion: Jonathan Aibel, Glenn Berger
Reparto: Jack Black, Awkwafina, Viola Davis, Dustin Hoffman, James Hong, Bryan Cranston, Ian McShane, Ke Huy Quan, Ronny Chieng
Música: Steve Mazzaro, Hans Zimmer.
Canción: Tenacious D
Fotografía: Animación
Compañías: DreamWorks Animation, DreamWorks SKG, Universal Pictures.
Distribuidora: Universal Pictures
Género: Animación. Comedia. Acción | Artes marciales.
En completo silencio, sigilosa, digna de un maestro de kung-fu, así se fue gestando la llegada de la cuarta entrega de Kung-Fu Panda, no la vimos venir, incluso estaba con más hype la cinco de Shrek, pero Po regresó antes, y ahora que está aquí, hay que disfrutarla en grande, porque el Guerrero Dragón siempre logra entregar películas divertidas, familiares, y llenas de momentos memorables.
En esta ocasión, Po tiene que aceptar que es momento de dar el salto. Ahora debe dejar su trabajo como el Guerrero Dragón, para tomar el rol del maestro Oogway, que le heredó el báculo con el que deberá llevar elocuencia y sabiduría por el Valle. Pero Po no se siente listo para crecer, por eso, ante la amenaza de la villana: La Camaleona, irá a una última aventura, acompañado por una zorra ladrona llamada Zhen. Juntos intentarán frenar a la mayor amenaza que ha tenido Po, que ahora sin la ayuda de los Cinco Furiosos, enfrentará a todos los villanos que se topó en las otras tres películas. Incluido Tai Lung y el general Kai. Y es un camino lleno de autodescubrimiento, de aceptación, y con la peculiaridad que ahora sus dos padres: Han el panda y Pin la garza tienen más peso en la historia.
Algo tienen las películas de esta franquicia es que por más que se siente que estamos viendo lo mismo, y en esta cuarta película, literal les da por reciclar lo que vimos en las tres anteriores, no deja de ser una historia encantadora y muy divertida, que acaba por sentirse fresca y que también tiene esa parte, de que queremos ver que es lo que sigue para la saga. Porque ahora abren nuevos caminos y posibilidades para lo que viene para esta franquicia, que ha logrado mantener una gran calidad en la animación, pero, sobre todo, calidad en las historias, ingeniosa, tierna, es que de pronto se siente que estas películas lo tienen todo.
En esta cuarta aventura de Po se siente que todo es demasiado predecible y se sabe hacía donde va la historia y las preguntas se responden muy fácil, pero eso no quita que el camino es divertido, lleno de grandes escenas de acción y sobre todo logra algo que a las películas familiares les cuesta mucho en estos días: un humor real, chistoso, sin forzarlo. Todo naturalito, sin ser pretenciosa, porque sabe a qué público va, lo que quiere lograr y a pesar de ello, entrega un mensaje familiar poderoso que cada quien se llevara a casa para reflexionar.
Esto la hace única, la hace emocionante, divertida y tiene el plus de tener buenos mensajes familiares, que se sienten frescos, correctos, sin tener que dar mil vueltas o querer darle seriedad a la cinta. Cumple la nueva aventura del guerrero dragón, justo como lo hizo en las tres anteriores. La animación sigue siendo muy buena y los personajes muy simpáticos y muy abrazables. De las imperdibles en familia en este inicio de año.